DE CASA A VILLA
Esta casona de
barro hecha hace mas de 20 años atrás fue el hábitat de una familia compuesta
por un matrimonio y sus dos hijas, con enormes habitaciones, una cocina comedor
inmensa para invitar a las tertulias entre vecines, politiques y artistas del
barrio.
En el patio había un eucaliptus central, donde una de las hijas se hizo una casa entre los retorcidos brazos del árbol, mas un subterraneo contiguo para tocar batería. Los años pasaron, las hijas viajaron, una de ellas volvió y quizo adaptar esa casa del árbol en su taller de arte, costura y cocina, Sus padres sentían que el “caserón” les quedaba gigante y querían convivir con mas personas, pues el espacio sobraba.
El proyecto consistió en asistir con algunas intervenciones-adaptaciones, 3 para ser exactos.
La primera fue LA ESCALERA, que les permitió dar nuevo acceso a la casa de los padres, y comunicar su habitación y living, aun conservando la inmensa cocina.
La segunda intervención fue LA CASA DEL ARBOL, pues las habitaciones de las niñas se convirtieron en una casa que se accedía por el acceso original de la casa. Allí quien dirigió la decisión de volumetría fue el gran carpintero don Guillermo Alcayaga, Yo acompañé con algunos gestos para aprovechar lo existente. Fue así como surgió “el rincón del coqueteo”, entre el muro amarillo y el brazo retorcido del eucaliptus; El brazo curvo del eucaliptus a la fachada principal; el baño con tina de piedras hundida; el muro rojo que marcaba el acceso; y la propuesta de hacer el contraste entre el café exterior de la tierra, y el blanco albo interior del espacio.
Y la tercera intervención era la mas difícil, pues consistía en reducir el espacio de la cocina, sin reducir el espacio de estar existente, pero ganando la cocina completa como un nuevo departamento. Así es como ganamos un espacio delgado y pequeño, pero muy conectado con el espacio exterior, que será el nuevo lugar de las tertulias de verano.
La nueva cocina:
La casa de la escalera: